Me di cuenta de que en realidad nadie tiene una familia normal.
Yo tengo una mamá demasiado buena y preocupada que vive cantando y robándole las flores a las casas de los vecinos, un padre que se sienta y se duerme, un hermano que es fanático de las cuatro ruedas y que se sabe absolutamente todas las marcas de los autos que existen, y un perro que adora el pan y las mandarinas.
Mis abuelos tampoco son normales.
Mi abuela domina completamente a mi pobre abuelo y sospecho que es como la mafiosa matriarcal de la familia.
Se me viene a la mente todas esas propagandas de la tele sobre familias perfectas, equilibradas, prácticamente rubias, radiantes y con sonrisa pepsodent que intentan promover un ideal de amor y convivencia (no olvidar el golden retriever que siempre sale ladrando, nótese, también rubio), pero ustedes y yo sabemos que la familia jamás será así.
En mi familia se vive peleando por todo (desde el control remoto hasta el tipo de cereales, pasando por el almuerzo para mañana). Mis papas están dos minutos juntos y comienzan a discutir, mientras que yo veo a mi hermano y me dan ganas de darle una mawashi (por eso de ser la hermana chica y todavía albergar venganza por todas las patadas y mordiscos que siempre me dejaban llorando)…creo que gracias a eso somos una familia bastante unida. Se que suena raro, pero vivimos siendo honestos entre nosotros, por lo que cuando es momento de decidir el regalo para el día del papá, mi hermano y yo sabemos exactamente que comprarle. Es verdad que también gracias a esa honestidad se forman muchas heridas, pero como nos queremos, nunca dejamos que el otro se estrese…somos una familia disfuncional pero que funciona.
Y eso es porque cada uno desarrolla un “papel” sin darse cuenta:
Mi mama es la curandera, la que vive sacando los ramitos de ruda y echando agüita bendita (que es agua de la llave nomas) por toda la casa, porque según ella aleja las malas vibras. Es también la encargada de hacernos cerrar los ojos y respirar profundo cuando andamos enojados y neuróticos, la que siempre sabe que tipo de vitaminas tiene cada fruta y para que sirve cada planta.
Mi papa es el…bueno en realidad no se como clasificarlo. Es el que esta sentado en el sillón, el que con su presencia llena un poco mas el hogar (porque como es camionero casi nunca esta), el que cuando le pica el bicho de la aventura nos saca de la casa en familia, quien siempre anda riendo y parece un hermano mas, en fin, quien le da un poco mas de vida a la familia.
Mi hermano es el serio. Siempre mira desde su perspectiva los negocios en general, es como el economista personal de mis padres, el que paga las cuentas, el que me iba a buscar al colegio, fue mí apoderado suplente en media, mi imagen a seguir cuando chica, el que siempre debate todo lo que digo y en general, un especie de “padrino”. Lo mejor de todo es que no es fome, siempre se manda frases que nos hacen reír.
Mi perro es el guardián de la casa. El que hace “gracias” y boche, el que nos enternece cuando intenta subir el sillón (esta tan gordo que no puede saltar), el “guau guau” denominado por mi mamá, una especie de hijo y nieto.
Y yo, pues supongo que soy la irracional. La soñadora, la que nunca cacha nada, a la que tienen que llamar al celular para que se vaya a acostar, la dueña de casa y anfitriona cuando no esta mi mamá, la que vive en pijama, la que apoya al otro cuando nadie mas lo hace (como cuando quieren ir al Portal o comprarse algo o ir a visitar a alguien) y pues la mas chica de todos.
Supongo que cualquier familia puede ser funcional, sin ser perfecta…mi familia es prueba de ello.
Rocio.
Ouuuu lloraré! XD mejor ni describo a mi familia porque redefiniría disfuncional jaja
ResponderEliminarCarla!