jueves, 16 de agosto de 2012

(Como hablarle a un hombre)

Lo sé, lo sé, el título sugiere múltiples interpretaciones. A mi gusto la mayoría de ellas poco favorecedoras para los imaginarios propósitos de nuestro universo; sin embargo, he decidido utilizarlo porque la reflexión que intentaré hacer aquí proviene de un texto que lleva el mismo título. Se trata de un artículo sobre salud, específicamente investigaciones sobre las diferencias entre los cerebros masculino y femenino, y como esto influye en las formas que ambos sexos tienen de asimilar, interpretar, recordar y comunicar la información. Se trata de un texto bastante interesante, pese a que a medida que leía me distanciaba más de la sensación de estarme informando, como sea no quisiera centrarme en lo que allí se dice pues pueden visitar la susodicha web por ustedes mismos en el siguiente enlace:http://www.prevention.com/term/how-talk-man. (Lamento que esté en inglés pero esta gente realmente produce muchísima info interesante/basura/curiosa. Si tienen interés en el contenido y el traductor les arroja un texto en troglodita-cromagnon entonces pueden pedirme una traducción). 
En fin, dentro de todo encontré bastantes ideas de esas que "siempre has sabido" pero que necesitas escuchar o leer para tomar consciencia de ellas (esto no necesariamente implica reconocerlas como verdaderas): No es que el hombre no escuche lo que estás diciendo, es que mientras más lo bombardeas con información menos atención te prestará; no es que no le interese nada, es que seguramente está pendiente de algo más es inútil tratar de competir con todas las distracciones; si necesitas ayuda o quieres algo sólo pídelo no esperes que adivine. Si estás a punto de decir algo importante más vale que lo dejes claro desde el principio de ese modo te asegurarás que el mensaje sea considerado como esperas (las razones biológicas para este y todos los otros puntos están en el artículo, no esperen que las recuerde de memoria, soy mujer no robot), los hombres no son tan buenos como las mujeres a la hora de identificar las emociones del otro a través de los gestos, por lo que no esperes que sepa espontáneamente que de pronto se te antoja un chocolate (lo sé, ejemplo estúpido); ligado a lo anterior: procura decir directamente las intenciones de tus palabras no juegues a las adivinanzas, además de seguro hasta a ti te resulta imposible seguir el rastro a tus laberínticos pensamientos. Por lo mismo, si tienes un objetivo/punto que te motiva a hablar ¡dilo!. Finalmente -y esto es clave- ten paciencia: sintonizar dos cerebros así de alienígenas ha de ser todo un reto. 

    Como sea, creo que han comprendido más o menos de que va todo el asunto, la verdad es que me ha dado pereza comentarlo completo. Lo importante, creo yo, es no sólo ser conscientes -dentro de lo posible- de aquellos datillos bastante relevantes a la hora de comunicarse con "el otro" (entiéndase con lo masculino) sino también ser capaces de aceptar que somos irreductibles a normas. Sin duda habrán chorrocientostrillones de estudios que nos expliquen lo diferentes que somos cerebralmente y que -no se si lo comparten- pero coinciden en dejar al hombre como una morsa en apareamiento y a la mujer como un ser-no-identificado-potencialmente-destructor. Con esta exageración quiero decir que coinciden en asignarnos "tipos ideales" que no necesariamente se manifiestan así de claro. ¿Por qué no abundan los artículos sobre "como hablarle a una mujer"? sin duda debe haberlos pero yo no los he visto...como sea, para la mayoría ha de resultar obvio que instrucciones de ese estilo no darán resultados porque cada mujer es un mundo, pero con los hombres es la misma cosa. En términos generales todo lo antes dicho tiene muchísimo sentido pero en la particularidad cotidiana se nos caen minuto a minuto los esquemas...por lo demás, es bastante fácil ponerse a recordar momentos en los que hombre-morsa y mujer-alien actuaron como tal, pero la clave está en que lo hacemos desde la comodidad de quien mira una película en la butaca del cine y no desde las dificultades de quien está aquí-ahora frente al problema. En esos momentos sólo una norma se aplica infaliblemente:  un eterno ENSAYO  Y ERROR. 



Arrivederci!, Carla. 



*La foto es de la película Reality Bites (por ahí dicen que es mala, pero cuando la vimos con Rocío -que seguro no se acuerda- en noche femenina de películas xD nos pareció aceptable. Relativo como todo ¿no?)


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