viernes, 30 de septiembre de 2011

(Todo calza)

¿Se han fijado que todo, todo, todo está relacionado?, supongo que siempre lo ha estado –ya saben, 6 grados de separación, el amigo de un amigo y todo eso- pero últimamente es todavía peor, primero todos hablando del número 33 -33 mineros, edad de Jesús, etc.-, ¡con cualquier operación matemática se llegaba al número 33, era una cuestión impresionante!, por ejemplo en este mismo momento: es 30 del 09 del 2011 (3+0+0+9+2+0+1+1=16, no usé calculadora ah), luego son las 12:14 (16+1+2+1+4=24)- luego este documento de Word en el que escribo tiene 2 páginas (24+2= 26), después me fijo que hasta ahora –hasta el “ahora”- llevo escritas 494 palabras en el documento (26+4+9+4=43), luego me fijo que estoy usando letra Verdana tamaño 10 (43-10=33). ¡TODO CALZA! En fin, cuando hubo pasado la fiebre de los 33, regresamos a la otra fiebre, la omnipresente y todopoderosa “fiebre apocalíptica”, y andamos “2012” de acá para allá. Que los Mayas esto, que los Mayas lo otro -¡con todo respeto por los Mayas ah!, no me vaya a pasar algo después-, que andan Ovnis acá, que cae chatarra espacial por allá -culpen a la NASA-, que alineación planetaria por otro lado y luego hay terremoto -hay quién cambiaría la "m" por una "p", pero cada loco con su tema-. En fin, todo parece estar conectado por alguna causa superior y detrás vamos nosotros haciendo nuestra parte y logrando que si los asuntos no conectan o no calzan, bueno pues...calcen. 
Por ejemplo -y ahora procedo a darme el trabajo de hacer coincidir algunas cosas sólo por la calidad de la información-: ¿Sabían que un círculo con un punto al centro significa "sol" y que simboliza a la autoridad masculina y la paternidad?, por otro lado un triple círculo representa a la diosa triple -madre, doncella y bruja-, y un único círculo representa el balance entre lo femenino y lo masculino, la perfección, bueno pues queda así: hombre- mujer-balance entre hombre y mujer...todo calza. 
Mmm que más...vamos con el número 3. Sí, el número tres -solito el 3-, también calza fíjense. Casi todas las religiones tienen una trinidad: los egipcios tenian a Isis, Osiris y Horus; los romanos y griegos tenían a Zeus (Júpiter), Poseidón (Neptuno) y Hades (Plutón). Un relámpago con tres puntas simbolizaba a júpiter, un tridente a Neptuno y un perro de tres cabezas a Plutón. Por otro lado los Hindués no se quedan atrás y tienen a Brahma, Vishnú y Shivá. Y para que decir de los cristianos que tienen al Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Hasta Pitágoras le dedicó su espacio al 3 y consideraba que era la perfecta armonía.
Y no está de más decir que son la 1:23, estamos a 30 y tengo 3 notificaciones en Facebook. T-O-D-O C-A-L-Z-A. ¡He dicho!. 
 Carla 
*Encuentran más info en "Signos y Símbolos: guía ilustrada de su origen y significado" de COSAR editores. 

Recuerdos de Liceo...mi Era Dorada.

    Hoy me levanté temprano, y por primera vez en el año pude desayunar.
De pronto tuve un montón de tiempo para hacer cosas, y como no, recordé aquellos tiempos en los que levantarme a las 8, ya se suponía era tarde. Lamentablemente en mis tiempos de enseñanza media me tenia que levantar mínimo una hora antes, pues llegar a mi Liceo me tomaba 45 minutos y eso si es que el querido micrero quería llevar a una pendeja que con suerte pagaba  100 pesos (si señores, los que tienen más o menos dos décadas deben recordar que hubo un tiempo utópico en el que tan solo debíamos pagar 100 ¡Y es mas, hubo un tiempo en el que no pagábamos!). Cuando al señor conductor le daba pena y me dejaba subir, siempre me encontraba la micro infestada de estudiantes con mi uniforme, éramos todos unos clones azul marino, con la espantosa parca abultada y que no le quedaba bien a nadie. A mi me daba mucha vergüenza usarla, pero mi mamá (y aquí vamos de nuevo, yo la quiero, en serio, pero todos nos sabemos las mañas maternales de memoria) era estricta con el uniforme. Hasta el día de hoy aun creo que se tragaba en verdad aquellas mentiras que solían decir los inspectores en cuanto a la imagen personal de cada alumno…en fin, yo siempre llegaba tarde a clases, pero por esas cosas del destino, tan solo me pillaron una o cuatro veces. Y ahí íbamos con el papelito al inspector general, quien siempre hacia algún chiste pesado con el cual solamente el se reía. En general todos los inspectores eran buena onda, el peruano, pelao, unicornio, etc. Se reían de las burradas de los estudiantes y aunque parecían trolls enojones siempre terminaban perdonando las faltas (la mayoría de los profesores también eran así, y ni hablar del profe caliente que tenia complejo de Challam). Y por supuesto, los grupos o “clanes” que se generan en cada curso, los cuales al principio ni siquiera me daba cuenta de que existían hasta que me decían y me explicaban todo el drama (jamás me di cuenta de esas cosas, incluso me sorprendí cuando me dijeron que con mis amigas también formábamos un grupo dentro del curso, el “grupo neutral”), pero que siempre se unían para hacer alguna insensatez como robarle la prueba a un profesor o “desaparecer” de las clases (todavía recuerdo cuando los 45 nos escondimos de la profe de Ingles, o la “King” como les decían algunos).
Finalmente fueron cuatro años bastante sacados de la realidad, al menos para mí. Vivía juntándome  con mis amigas, riéndome de cosas tontas, yendo a comprar helado, escapándome de clases (siempre con la Pame, pues ella estaba en grupo de folklor y siempre podía alegar estar ensayando por si me atrapaban), siguiendo a “niños bonitos” que veía en el recreo, planeando la dominación mundial o quejándome por que tenia que ir a clases tan temprano. Hasta el día de hoy, sigo manteniendo las mismas viejas amigas de media, y no he podido encontrar alguien en la Universidad con el cual tenga la misma “chispa”…incluso me parece que jamás podre olvidarlas, pues con ellas comencé, con ellas crecí, y con ellas reí y llore…
Para mí, los amigos de toda la vida se hicieron en Enseñanza Media y no en la Universidad, como se promete en todas las películas “púber” de Hollywood.


Rocio.



(¿La esperanza es lo primero que debe perderse?)

No faltan los días en los que nos sentimos angustiados, estresados, amargados, melancólicos, enrabiados y asustados frente a la perspectiva del futuro. Sabemos que no nos hace bien andar pensando qué es lo que va a ocurrir mañana o vivir postergando las cosas porque no queremos hacerlas hoy.  Somos conscientes de que gran parte de nuestros errores presentes se los podemos atribuir a la planificación futura y que si somos o nos sentimos infelices alguna vez, también buena parte de la culpa se la lleva esa misma planificación; la constante creación de expectativas, la idealización del mañana; la creencia en esa frase cliché, interiorizada tan tempranamente que es como si hubiera ocurrido cuando eramos no natos, que dice: "La esperanza es lo último que se pierde". ¡FALSO!, debiésemos luchar contra aquella convención absurda, que sólo contribuye a aumentar nuestra intolerancia a la frustración -a largo plazo-. Sí, es cierto, muchas veces la idea de que existe algo mejor de lo que tenemos, la convicción no racional de que todo va a estar bien, de que algo espera allí, de que hay un fin último; ofrece consuelo cuando los días se vuelven pesados, cuando algo no nos sale bien, cuando sentimos que se comete una injusticia o cuando algo que creíamos haber hecho bien es juzgado de la otra manera. Y no es que crea que aquellas ideas positivas sean imposibles, tan sólo creo que tendemos a llevarlas al extremo. Porque cuando se cumple lo impostergable, es decir, cuando el futuro se convierte en presente y el presente en pasado y nos toca el infortunio de ver como nuestras expectativas deben seguir depositadas en un nuevo futuro, nos hacemos el doble de daño, nos martirizamos y caminamos por el mundo liberando tensiones contra lo primero que se cruce en frente: desde el celular, pasando por el control de la tele, por la familia, los amigos, el perro, la señora del quiosco, etc. ¡Y pobre del que se nos cruce en la calle en horario peak o del micrero que no nos acepte el pase escolar!, ahí...asesinamos -con la mirada por último-.
Es tanta nuestra obsesión, que de hecho podríamos culpar a este asunto de nuestra enfermedad crónica: "la falta de tiempo", porque casi todo lo que hacemos en tiempo presente lo hacemos a medias, pues parte de ese bien no renovable la invertimos fantaseando sobre el futuro y obviamente en el futuro volvemos a repetir la fórmula. Poniendólo así, ¡que necios somos!. 
¿Pero que soluciones podemos ofrecer?, parece que aquí nos dedicamos únicamente a exponer problemas...y bueno ahí tienes la solución: es preferible descargar frustraciones así antes que frente a cualquier pobre inocente, porque maldita sea que molesta cuando lo hacen contigo, ¡maldito el profe que llega a clases con las mañas y te quita la prueba porque miraste una mosca! -mosca se llama ahora-. Hablando en serio, siempre es mejor tomar aire y seguir caminando, si quieres puedes romper algo sin valor o pegarle a tu mejor amig@, pero ojalá, nunca, nunca, pensando en lo que vas a hacer después.
Carla.

Tatuajes...¿ser o no ser?

Toda mi existencia (esta bien, solo los últimos tres años) he tenido ganas de hacerme un tatuaje. 
Cuando camino por la calle y veo a gente con tatuajes en los brazos, piernas o muñecas, me atacan unas ganas insanas de tener uno ¡Ahora, ya, en este momento! y realmente importa poco si duele o no... después de todo, no debe doler mas que la depilación. Sin embargo, ahí esta la gran duda que nos aqueja a todos aquellos que tenemos el bicho de la autoflagelacion (porque seamos honestos, un tatuaje es una herida en la piel decorado con tintes) instaurada en nuestras mentes precoces: ¿Que rayos me voy a tatuar?.
Yo tengo un amigo que tiene una tienda de Tatoos y gracias a el me he informado bastante del tema. Me dijo que los tatuajes debían sanar, por lo que era preferible hacerlos antes del verano para que no se infectaran, no exponerlos al sol, y curarlos cada noche con una crema especial... también me dijo que a veces sangraban , y si lo hacían mucho, debíamos ir a ver un doctor pues cabía la posibilidad de que entrara una bacteria.
Fue entonces cuando recordé la noticia de un chico de 20 años que para su cumpleaños se tatuó y adquirió SIDA... murió meses después.
Y todo eso no importo a la hora de decidirme... definitivamente estoy loca.
Pero los tatuajes son tan antiguos como los idiomas y algo así me parece la cereza especial que podría tener mi vida...siendo honestos, todos queremos ser especiales en algún sentido,(por algo los antiguos celtas  se tatuaban sus logros, ¿Que era, sino, una muestra de su grandiosidad e individualismo?), y aunque no abrace del todo esa idea, la acepto como parte de todo ser humano.
Es por eso que busco un tatuaje único y que tenga un graaan significado para mi.
Y eso es como aventurarse a buscar un hueso en las arenas de Egipto.
Siendo como soy (una loca por las cosas antiguas y curiosas) comencé investigando símbolos de antiguas civilizaciones y frases en  idiomas perdidos, sin embargo, fui incapaz de decidirme por uno, pues aunque son dibujos muy elaborados y bonitos visualmente, realmente no tenían un significado especial...y fue en este momento en que me di cuenta que todo este rollo, al final, se convierte en una búsqueda filosófica.
¿Que es lo que me identifica? ¿Porque la mayoría de las mujeres se tatúan una flor o un hada? ¿Tiene que ser en la pierna, brazo u hombro? ¿Que cosas marcan mi vida? ¿Que es lo que quiero ver en mi piel treinta años en el futuro? Porque un tatuaje no es solo una cosa que tengas por una temporada, es una marca que tendrás toda tu vida, una que vera tu pareja, o tus hijos, o tus amigos, y te preguntaran que significado tiene y porque quisiste plasmarla en tu piel. ¿Y la persona que tenga un hada que dirá? "Ah no es nada, solo quería un tatuaje y este me pareció bonito"...realmente no es una respuesta muy inteligente.
Lo malo de ser proteccionista es que quiero que hasta el color tenga un significado, pero simplemente nada me deja satisfecha. Es como cuando quieres un helado de chocolate suizo, pero no te gusta que las almendras sean tan pequeñas...en realidad es un dolor de cabeza bastante idiota y gracias a eso terminas por no decidirte nunca.
Gracias a Ghandi soy bien cabezota, y no descansare hasta tener un tatoo que sea lo bastante significativo, bonito y por supuesto...al alcance del bolsillo.

Rocio.

jueves, 29 de septiembre de 2011

(Amor/odio: a la sombra de los yanquis)


Hay que decirlo: tenemos un problema con los yanquis. No. No es xenofobia. Es una especie de envidia mezclada con desdén. Es resentimiento camuflado con argumentos intelectualoides -que conste que exceptúo aqui todo argumento de carácter histórico-. El punto es que por muy camuflaje que sean nuestros otros argumentos, los cotidianos, muchas veces son acertados.
Nos sentimos invadidos, perturbados por la rápida extensión de sus ideas, de sus productos, de tener  que consumir lo que el yanqui promedio consume, porque si él lo compra es bueno y más encima acá venden la imitación de…y a ti tiene que gustarte -somos esclavos del Made in China, igual que ellos no más-.Nos apestan sus películas, pero por sobre todo nos apesta el hecho de que las vemos -mención honrosa a los doblajes en ezzzpañol que no nos alivianan la carga precisamente-. Nos enferma que tengan que hacer una película de cuanta tragedia ocurra en el mundo, pero más nos carga que a nosotros no se nos ocurra primero. Nos molestan sus series típicas, con el argumento típico, los actores típicos y el guión predeterminado; pero más nos molesta el hecho de que nos volvemos adictos a ellas. Nos carga su prepotencia -desde la gubernamental hasta la del ciudadano raso-, pero más nos carga el hecho de que esa prepotencia nos hace sentir mal. Nos fastidia que los músicos tengan que venderse y cambiar su esencia para sonar en MTV, pero mas nos fastidia que MTV sea tan popular. Alegamos porque estamos obligados a aprender inglés en el colegio, pero igual no más andabamos "Oops! i did it again" por la vida cuando eramos chicas; nos quejamos contra las redes sociales y en general de sus "grandes peces" dentro de los sitios web, pero mas nos quejamos porque los usamos. Nos harta que tengan centrales de inteligencia y organismos ultra secretos y que mas encima lo pongan en las series y películas de las que nos quejabamos anteriormente, pero más nos harta saber que la mayoría de nosotros alguna vez -cuando eramos niños- soñó con ser agente secreto o trabajar en alguno de esos organismos. Nos indigna que quieran ser dueños de todas las cosas, pero más nos carga que nuestros países se las vendan. Nos da rabia que se autodenominen "América", aún cuando llegaron tarde a la repartición de nombres. 
...Y en fin, la lista puede seguir. ¿Sigo?, nah mejor no, otro día. Lo único que puedo concluir es que es evidente que tenemos una relación de amor/odio con aquel país, sin duda parte prejuicios y parte realidad. El problema es que, al final de todo y aunque no nos guste, terminamos convertidos en la niña tonta de la película de terror que va al sótano en pijama, sin celular y sin linterna en busca del asesino. 
     Carla.

Berrinches de una pseudo adulta con complejo de adolescente.

  
      Tengo un montón de cosas que escribir y no  tiene mucha relación entre si, así que creo que lo separare por puntos.

  • Punto 1: No me he bañado como en tres días y no tengo intención de hacerlo hoy.
  • Punto 2: He tenido un humor pésimo la ultima semana y no tengo idea porque.
  • Punto 3: Creo que mi pésimo humor se incrementa gracias a las preguntas tontas como: "¿Te desperté? ¿ Entonces fuiste a la marcha por la educación de hoy?"...en serio, ¿Creen que puedo proyectarme astral mente para estar en dos lugares al mismo tiempo? Las preguntas estúpidas definitiva mente me ponen de un humor de perros y si respondo con ladridos no deberían enojarse.
  • Punto 4: Odio (realmente odio) que 99 de cada 100 llamadas que recibo a mi celular sean de mi santa madre para reproducir por teléfono la lista de tareas que debo hacer el día de hoy, y verdaderamente detesto que las instrucciones que me da sean tan precisas (prácticamente sin margen de error, Buda me perdone si uso lava lozas con olor a limón en vez del normal).
  • Punto 5: Quiero salir pero el día esta nublado y me da flojera.
  • Punto 6: ¿Se han dado cuenta que la mayoría de la gente tiene como sueño utópico vivir en el campo? Todos dicen; "Quiero un campito para vivir tranquilamente", como si en el campo no se trabajara igual de duro. Bueno, eso es un efecto secundario de los neuróticos, la enfermedad mas normal de nuestros días y algo de lo que les hablare mas adelante.
  • Punto.....el que sigue al otro: Estaba viendo un documental y pasados los 15 minutos ya estaba lagrimeando (me pregunto si las bombas lacrimogenas de los carabineros llegaron hasta mi casa).
  • Punto blah: El documental se trataba de un programa busca talentos de Afganistán, y es ahí donde me di cuenta que estos tipos de programas sirven para algo mas que captar audiencia y bolsillos. Para este tipo de países tan destruidos y pobres, sirve de distracción a la realidad (una realidad cruda y triste) y es una fuente de sueños para las generaciones mas recientes...pero siguen sin gustarme. (Muerte a "Yo soy.." y a "Mi nombre es" de los programas nacionales).
  • Punto XX: Mi hermano cambio el documental al Rugby. No es ese "Fútbol americano" (son todos gays según mi hermano porque usan protecciones como rodilleras) Estadounidense, sino que su hermano mayor ingles. Los tipos son unas verdaderas bestias y en cuanto Escocia y Argentina se peleaban por el balón (notese que dije balón en vez de pelota) todo el campo se volvía una batalla campal (ya veía que sacaban la cuchilla o la escopeta) y era un enredo de piernas, brazos y cabezas.
  • Punto XY: No se quien es mas inteligente, los tipos que con su "sex appeal" macho no usan protecciones, o los que si usan para conservar el 10 por ciento de sus neuronas...y otras partes mas nobles, por que no decirlo. 
  • Punto al Diablo: Soy mujer liberal moderna (ja, ojala) y aunque le digo no al sostén (maldito seas tu y toda tu prole) lo sigo usando por estética, así que aunque diga que los hombres que se pelean como osos babosos son unos idiotas, me siguen gustando esos musculitos con atrofia del neocortex.
  • Punto punto punto...: Creo que me casare con un jugador de Rugby...mentira, jamas me casare, pero de todas formas quiero uno.
  • Punto Final: Estoy usando esto como diario de vida, pero como yo jamas pude terminar uno creo que me auto perdonare.
No se si este texto saldrá en tamaño de letra gigante, porque aunque lo pongo normal, esta cosa me odia (es mutuo) y el texto se ve feo.
Diantres, si eso pasa Carla por favor ¿Lo arreglarías?

Berrinche OFF......

Rocio.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

(El problema de la falta de talentos)


Llega cierto momento en nuestras cortas y caóticas existencias, en el que parece una tarea imposible quitar una determinada idea de nuestras mentes. Huimos de su tormentosa presencia recurriendo a los más variados artilugios –la mayoría de ellos herramientas de autoengaño-, para así perder mágicamente la consciencia de esa idea.  Una de ellas es  sin duda el “problema de la falta de talento”.
¿Quién no ha pasado por la instancia en la que pone en tela de juicio las capacidades que le definen? “Definen”, vendría siendo la palabra clave. Porque es archiconocido el hecho de que dichas dudas abundan en determinada etapa de nuestra vida –que aquí no nombraremos por autorespeto-. ¡Oh maldito momento en el que tu compañero de curso tocaba la guitarra, el bajo, la batería, o cualquier instrumento, lo importante es que sonase bien! , ¡Oh desgraciados concursos de fotografía, arte, baile o literatura en los que o no participabas porque no te creías lo suficientemente bueno o porque lisa y llanamente no tenías con que participar! Un sinfín de momentos como esos plaga nuestras respectivas adolescencias y parte de nuestra adultez. Es ese “estar siempre mirando al vecino” que nos fastidia y nos avergüenza, que nos hace sentir culpables y que al mismo tiempo nos motiva a intentar algo, cualquier cosa…proyectos con principio pero jamás con fin. 
Somos copiones, reconozcámoslo. Queremos hacer y tener lo mismo que el otro, pero distinto. Y el hecho de que sea distinto, no sé bien si se debe a un intento por respetar la propiedad intelectual del resto –por decirlo de alguna manera- o simplemente a una auto-justificación para no sentirnos tan éticamente perversos.  Lo cierto es que al final del día estamos igual que como estábamos al principio: en el limbo. En la eterna fermentación del rencor que produce el “ser del montón”, en la permanente promesa de revancha –ojo, revancha por justicia divina, fuerzas cósmicas o cualquier otra mano ajena; nunca la propia porque ahí sería inmoral pues-. Permanecemos en la constante búsqueda de algún talento o capacidad distintiva, la cual sabemos, que de hacer acto de presencia algún día, nos incorporará inmediatamente a algún grupo definido por ese talento o actividad.  Y que ahí diríamos “no señor, como es la cosa. No puedo pertenecer al grupo, tengo que diferenciarme de él también”. Y entonces partimos nuevamente a buscar lo imposible, a perseverar en lo absurdo, a pelear las batallas ya perdidas. A tratar de abrazar con vehemencia nuestra preciosa individualidad, sin darnos cuenta de que en el acto no hacemos otra cosa que sacrificarla.
Carla.


Arte Caótico...como comencé.


El Arte es un equilibrio perfecto, diría mi profesor de Estética...¡Cuanta razón! Sin embargo, yo creo que todo tipo de arte nace de una idea necesariamente caótica. 
Esta idea debe ser una amalgama de locuras para que los artistas recurran a medios inusuales para poder expresarlas. 

Salvador Felipe Jacinto Dalí i Domènech (mas conocido como Salvador Dali ) quien fue dibujante, escultor, cineasta y pintor es uno de mis artistas favoritos y he aquí dos de sus pinturas que tienen mas significado para mi.


          "La Persistencia de la memoria"


                       
    "Aparición de un frutero y un rostro en la playa"


No creo que sean sus mejores obras, no obstante, estas dos pinturas fueron las que me guiaron al mundo del Arte en si.
La primera vez que las vi, fue en una mini revista de promoción que venían como regalo en las cajas de detergente del supermercado. Recuerdo que el librillo tenia olor a omo, y un compendio pequeño de algunos artistas famosos y sus obras.
También recuerdo que me enamore de la luminosidad que mostraba Dali. No eran obras realistas, como las de Claudio Bravo, o abstractas como las de Kandisnky pero me pareció que al mismo tiempo contenía a las dos corrientes.

Después supe: eran obras surrealistas.

Pero en ese instante tan grabado a fuego en mi memoria (cosa rara, ya que no soy capaz de retener ni lo que almuerzo) recuerdo haberme sentido maravillada, triste, nerviosa, ansiosa y cautivada todo al mismo tiempo. Cada vez que vuelvo al pasado y me detengo en aquel momento siento un olor raro, aquel olor a niñez (no a omo, se que lo pensaron) y alegría que tanto me cuesta ahora percibir.

Y se que eso me sucedió solo a mi y a unos cuantos entre todo este mar de vida, y reafirma mi idea de estudiar exactamente lo que quiero, de construir mi vida alrededor de este pilar tan preciado que es el Arte para mi, en todas sus expresiones.


Rocio

(Nirvanadictas)

 Han pasado veinte años desde el lanzamiento inicial del álbum Nevermind de Nirvana y que mejor momento para proclamar nuestra Nirvanadicción. Es cierto, para esa fecha una de nosotras era una bebé, probablemente fastidiosa y malévola –como todos los niños- y la otra no existía pero iba en vías de convertirse en la misma cosa. No obstante, de alguna forma, sin darnos cuenta nos convertimos en vástagos de la generación X. ¡¿Qué generación perdida es esa si existimos nosotros?! Porque si de perdición, desarraigo, rebeldía y todas aquellas características atribuidas a los “X” de las que estamos hablando se trata…lo nuestro es mucho peor.  Vivimos en un limbo eterno, siempre añorando procesos pasados, diciendo “que ganas de haber estado allí”, o “yo debería haber vivido en esa época”, pero al mismo tiempo tratando desesperada y a veces patéticamente de diferenciarnos.  Regañamos contra la moda, contra los estereotipos, contra la comida, contra los yanquis, contra la música de hoy, contra los programas de TV, contra las políticas gubernamentales, contra los comerciales, contra las instituciones religiosas y sus líderes, contra los grupos que se forman en fila y mendigan afiliación; contra el consumismo y nosotros sus víctimas, contra nuestros padres y sus otros hijos –nótese” otros hijos” y no “hermanos”-; alegamos contra  el presente predeterminado, contra el futuro planificado, contra las imposiciones, contra las jerarquías, contra las aristocracias y hasta contra las “democracias”…En fin. Vivimos expresando disconformidad contra cuánta cosa se pose frente nuestro y es que estamos acostumbrados a encontrarnos piedras en el camino, a ser desconfiados, a ser escépticos; pero in the end parece ser que siempre, siempre, terminásemos decidiendo como los bebés que éramos –o íbamos a ser- cuando la generación X, Nirvana y su Nevermind hacían historia.
          

Salvador Dali.



Aquí les dejo a mi pintor favorito .
Disfruten!!













Rocio

(Hacer algo productivo)

Y mientras en un rinconcillo de nuestras mentes se produce el debate filosófico sobre las implicaciones de “monetizar” –por mi parte me quedo con la referencia a Monet-, en otros espacios está siempre presente el recordatorio ultra moralizante de que debemos usar el tiempo “libre” para algo. ¡AH!, no cualquier algo. Jamás cualquier algo. Es algo específico, casi predeterminado, bien visto, pseudo altruista, dícese de cierta actividad que cultiva el espíritu mediante la acción…en fin. Mi madre diría en resumidas cuentas, que debemos hacer: ALGO PRODUCTIVO.  ¿Pero qué demonios es algo productivo?...A) Que otorga beneficios monetarios. B) Actividad que implica realizar el trabajo que otros no quieren hacer. C) Cualquier ocupación, ya sea con o sin fines de lucro que te mantenga alejado de los siguientes vicios: navegación por internet, televisión con memorización de la programación por repetición, cine ya sea online o presencial, fiestas, eventos varios, entre otros. D) Actividad cuya única gran prohibición es que te vean acostado o durmiendo.  -Ahora veo porque jamás hago algo productivo-. El asunto es que estando en paro hace cuatro meses –y con grandes posibilidades de continuar así- es bastante difícil no caer en alguno de los mencionados vicios. Poco a poco y sin darnos cuenta, caemos en estado de hibernación; de pronto los días en los que despertábamos a tomar desayuno son tan sólo un recuerdo añejo, una memoria perdida en las profundidades de nuestro caótico universo mental; ahora solo sabemos de almuerzos al despertar, tardes que duran menos que una emisión del tiempo y noches en vela haciendo cosas como ésta. Es inevitable preguntarnos ¿no es aquello algo productivo? Sin duda no lo es bajo los parámetros parentales previamente mencionados, pero, ¿Qué hay de los nuestros? Pienso que productivo debería redefinirse, claro por supuesto que el aporte monetario de la opción A), nunca viene mal, pero seamos honestos: no tenemos ganas de eso. Queremos botarnos a la vida, ser amigos de la espontaneidad, insubordinados de las convenciones y esclavos de nadie.  ….ALGO PRODUCTIVO: A) Actividad de cualquier índole que otorga satisfacción ya sea inmediata, momentánea o de largo plazo a quien la realiza. B) Conjunto de logros obtenidos casualmente y sin predeterminación al realizar una actividad sin fin en sí misma. C) Cualquier ocupación en la que: navegación por internet, televisión con memorización de la programación por repetición, cine ya sea online o presencial, fiestas, eventos varios, entre otros. No constituyan vicios sino herramientas medianamente útiles o con fines hedonistas. D) Actividad gratificante de alguna manera pero que no implique el sacrificio de espacios de sueño a libre y antojadiza elección. - Ahora veo porque mi madre me regaña tanto-.  
                                                                                                   Carla.

martes, 27 de septiembre de 2011

Mal Funcionamiento (¿?) ¡Ignorante!

No cacho nah...

Hacer un blog se supone que es una de las cosas mas fáciles en la lista de las cosas fáciles que puede hacer un cibernauta.
Gracias a Alá, yo jamas me considere una astronauta de Internet.
Lo único que veo son ventanitas de colores que se vuelven incomprensibles y ¡Ah! justo ahora veo una, Monetizar...si alguien me pregunta que significa esa palabra a ciencia cierta lo primero que me se viene a la cabeza es Monet y su serio problema a la vista...Monetizar...¿Sera algo como monitorear?
De cualquier manera no estoy muy interesada en la tecnología, odio llevar encima un celular (me agobia la idea de saber que cualquiera me puede llamar y saber de inmediato donde me encuentro), y odio volverme adicta a los sitios sociales (facebook señores).
Todos tenemos ciertas habilidades, quizás tengo un mal funcionamiento cognitivo en cuanto a este tipo de cosas modernas o quizás se debe a mi espanto subconsciente que me impide entenderlo, pero de verdad ¡De verdad! que no me quita el sueño por las noches.
Bueno, nada es capaz de impedir que duerma mis 17 horas de sueño reponedor.
Por eso cuando mi hermano me mira con cara de espanto cuando le pregunto como meterme a algún sitio me deja con la baba cayendo y la fastidiosa idea de que soy una ignorante.

¡Oh, por favor! ¿Acaso el sabe el proceso de elaboración de los tintes que se usaban para las pinturas del siglo XV?

Cada quien tiene sus conocimientos y si me cuesta aprender toda esto de la red no es por mal funcionamiento, sino que por una falta sustancial de interés.

Interés señores, el gran problema que tenemos las personas de hoy.

Así que si piensas que alguien es ignorante, piénsalo dos veces, simplemente es falta de interés en los asuntos que a ti si te importan.

Ah por ciento, busque el significado de Monetizar: Dar curso legal a moneda como billete de banco. WTF!!!!!! supongo que tendré que "clickear" como buena cibernauta que no soy.
Rocio
                                                                                                 


                                                                                                                                

(Tierra de las palabras del Universo del Caos)

Siempre he envidiado –no muy sanamente, tal cosa no existe- la capacidad de abstracción de algunas personas. No sé si la de aquellos que viven en un estado casi permanente en el cual olvidan el mundo exterior –me suena muy extremo-, más si, la de aquellas personas que pierden la conexión con el mundo mientras trabajan o aprecian algo de su total interés. Sé que tal cosa existe, no sólo en los libros y películas donde el héroe o antihéroe torturado suele contar con dicha condición, que al parecer es un requisito para hacerle inteligente y especial. Pero existe también en la vida real, en la que vale. En gente común y corriente, que podríamos creer, ya no se abstrae únicamente porque sea especial e inteligente, sino también porque necesita desesperadamente huir del mundo. Desconectarse del caos externo, para vivir su caos interno. ¿Y no es eso también una enorme capacidad de abstracción como la que he dicho envidiar?, ¿no son entonces, el resto de cualidades accesorias a la capacidad mencionada, un  conjunto de distractores para apartarnos de la realidad?, y en último lugar, ¿cuál es esa realidad?...     No soportamos nuestro propio entorno. Nos agobia el día a día, la repetición rutinaria de las mismas actividades; los pensamientos pseudo filosóficos que nos hacen sentir mejor por dos segundos, para luego devolvernos a la realidad tan cruenta: no tenemos respuestas, no poseemos soluciones. De hecho, lo que hacemos más constantemente es crear problemas. Inventar dramas, tratar de dar solución a aquello que no necesita ser solucionado, convertir a la búsqueda de solución a un problema, en un problema en sí…somos y hacemos caos, porque así lo hemos decidido. Y en uno de esos tantos intentos de abstracción, hemos llegado a la absurda conclusión de que dicha condición problemática es innata.      Tal vez no es abstracción lo que deseo, después de todo. Quizás, lo que añoro es desear algo con tal potencia que me haga olvidar lo demás por tan sólo unos instantes. Lo que envidio de esos otros, no es la abstracción en sí. Sino la capacidad de encantarse que aún conservan. ¿Habré perdido yo aquella virtud?, ¿la tuve alguna vez?, ¿la tienen ellos verdaderamente, o tan sólo es una apariencia que he percibido mal?, ¿ven ellos lo mismo en mí?… Sí. Es muy probable que si lo hagan y es una lástima, porque significaría que vivimos engañándonos los unos a los otros, pretendiendo que nos ignoramos; pero en realidad, prendados unos de otros tan fuerte e irrevocablemente, que nos necesitamos. Que somos, juntos, la solución al problema en sí. Que la abstracción no es más que el último y cansado intento por ocultar la inocente verdad: que dependemos de tal forma unos de otros, que nos aterra reconocerlo. Que somos como infantes eternos cuyos padres jamás han hecho acto de presencia, y vivimos buscando fuentes de cariño y cobijo. Que somos propensos a confiar y por eso caemos. Que somos todos y a la vez, amigos, hermanos, amantes, enemigos, víctimas y victimarios…y nos entrelazamos como en un ciclo sin fin. 

Carla.