jueves, 29 de septiembre de 2011

(Amor/odio: a la sombra de los yanquis)


Hay que decirlo: tenemos un problema con los yanquis. No. No es xenofobia. Es una especie de envidia mezclada con desdén. Es resentimiento camuflado con argumentos intelectualoides -que conste que exceptúo aqui todo argumento de carácter histórico-. El punto es que por muy camuflaje que sean nuestros otros argumentos, los cotidianos, muchas veces son acertados.
Nos sentimos invadidos, perturbados por la rápida extensión de sus ideas, de sus productos, de tener  que consumir lo que el yanqui promedio consume, porque si él lo compra es bueno y más encima acá venden la imitación de…y a ti tiene que gustarte -somos esclavos del Made in China, igual que ellos no más-.Nos apestan sus películas, pero por sobre todo nos apesta el hecho de que las vemos -mención honrosa a los doblajes en ezzzpañol que no nos alivianan la carga precisamente-. Nos enferma que tengan que hacer una película de cuanta tragedia ocurra en el mundo, pero más nos carga que a nosotros no se nos ocurra primero. Nos molestan sus series típicas, con el argumento típico, los actores típicos y el guión predeterminado; pero más nos molesta el hecho de que nos volvemos adictos a ellas. Nos carga su prepotencia -desde la gubernamental hasta la del ciudadano raso-, pero más nos carga el hecho de que esa prepotencia nos hace sentir mal. Nos fastidia que los músicos tengan que venderse y cambiar su esencia para sonar en MTV, pero mas nos fastidia que MTV sea tan popular. Alegamos porque estamos obligados a aprender inglés en el colegio, pero igual no más andabamos "Oops! i did it again" por la vida cuando eramos chicas; nos quejamos contra las redes sociales y en general de sus "grandes peces" dentro de los sitios web, pero mas nos quejamos porque los usamos. Nos harta que tengan centrales de inteligencia y organismos ultra secretos y que mas encima lo pongan en las series y películas de las que nos quejabamos anteriormente, pero más nos harta saber que la mayoría de nosotros alguna vez -cuando eramos niños- soñó con ser agente secreto o trabajar en alguno de esos organismos. Nos indigna que quieran ser dueños de todas las cosas, pero más nos carga que nuestros países se las vendan. Nos da rabia que se autodenominen "América", aún cuando llegaron tarde a la repartición de nombres. 
...Y en fin, la lista puede seguir. ¿Sigo?, nah mejor no, otro día. Lo único que puedo concluir es que es evidente que tenemos una relación de amor/odio con aquel país, sin duda parte prejuicios y parte realidad. El problema es que, al final de todo y aunque no nos guste, terminamos convertidos en la niña tonta de la película de terror que va al sótano en pijama, sin celular y sin linterna en busca del asesino. 
     Carla.

1 comentario:

  1. Suele pasar mucho que nos quejamos de ellos pero a la vez nos gustan mucho las cosas que hacen, ¿qué paradoja no?. Pero bueno, eso también pasa con todo lo occidental que se nos presenta, como modelo y blah blah. Aunque afortunadamente hay mucho para elegir, que ironicamente rechazamos por esa misma cultura inculcada.

    (me maté de la risa cuando lo leí xD)

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