viernes, 30 de septiembre de 2011

Recuerdos de Liceo...mi Era Dorada.

    Hoy me levanté temprano, y por primera vez en el año pude desayunar.
De pronto tuve un montón de tiempo para hacer cosas, y como no, recordé aquellos tiempos en los que levantarme a las 8, ya se suponía era tarde. Lamentablemente en mis tiempos de enseñanza media me tenia que levantar mínimo una hora antes, pues llegar a mi Liceo me tomaba 45 minutos y eso si es que el querido micrero quería llevar a una pendeja que con suerte pagaba  100 pesos (si señores, los que tienen más o menos dos décadas deben recordar que hubo un tiempo utópico en el que tan solo debíamos pagar 100 ¡Y es mas, hubo un tiempo en el que no pagábamos!). Cuando al señor conductor le daba pena y me dejaba subir, siempre me encontraba la micro infestada de estudiantes con mi uniforme, éramos todos unos clones azul marino, con la espantosa parca abultada y que no le quedaba bien a nadie. A mi me daba mucha vergüenza usarla, pero mi mamá (y aquí vamos de nuevo, yo la quiero, en serio, pero todos nos sabemos las mañas maternales de memoria) era estricta con el uniforme. Hasta el día de hoy aun creo que se tragaba en verdad aquellas mentiras que solían decir los inspectores en cuanto a la imagen personal de cada alumno…en fin, yo siempre llegaba tarde a clases, pero por esas cosas del destino, tan solo me pillaron una o cuatro veces. Y ahí íbamos con el papelito al inspector general, quien siempre hacia algún chiste pesado con el cual solamente el se reía. En general todos los inspectores eran buena onda, el peruano, pelao, unicornio, etc. Se reían de las burradas de los estudiantes y aunque parecían trolls enojones siempre terminaban perdonando las faltas (la mayoría de los profesores también eran así, y ni hablar del profe caliente que tenia complejo de Challam). Y por supuesto, los grupos o “clanes” que se generan en cada curso, los cuales al principio ni siquiera me daba cuenta de que existían hasta que me decían y me explicaban todo el drama (jamás me di cuenta de esas cosas, incluso me sorprendí cuando me dijeron que con mis amigas también formábamos un grupo dentro del curso, el “grupo neutral”), pero que siempre se unían para hacer alguna insensatez como robarle la prueba a un profesor o “desaparecer” de las clases (todavía recuerdo cuando los 45 nos escondimos de la profe de Ingles, o la “King” como les decían algunos).
Finalmente fueron cuatro años bastante sacados de la realidad, al menos para mí. Vivía juntándome  con mis amigas, riéndome de cosas tontas, yendo a comprar helado, escapándome de clases (siempre con la Pame, pues ella estaba en grupo de folklor y siempre podía alegar estar ensayando por si me atrapaban), siguiendo a “niños bonitos” que veía en el recreo, planeando la dominación mundial o quejándome por que tenia que ir a clases tan temprano. Hasta el día de hoy, sigo manteniendo las mismas viejas amigas de media, y no he podido encontrar alguien en la Universidad con el cual tenga la misma “chispa”…incluso me parece que jamás podre olvidarlas, pues con ellas comencé, con ellas crecí, y con ellas reí y llore…
Para mí, los amigos de toda la vida se hicieron en Enseñanza Media y no en la Universidad, como se promete en todas las películas “púber” de Hollywood.


Rocio.



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