sábado, 5 de noviembre de 2011

(Puro caos)

Después de lo que en este universo son varios años, y para ustedes terrícolas, viajeros o extranjeros han de ser semanas, vueeeelve el caos. ¿Para hablarles de qué?, bueno…de sí mismo. Les cuento que tras semanas de silencio mental, tras interminables noches de desvelos infructuosos, y días de ocio culposo, he decidido que cuando las ideas no quieren venir, no hay manera de obligarlas. Y por eso, qué mejor que lamentarse por su ausencia, y hacer de la ausencia misma, una solución.
                ¡Que rabia da cuando no se te ocurre nada, pero nada útil!, supongamos que un bendito día despiertas temprano y mágicamente con energías. ¡De pronto te dan ganas de hacer algo! Aparte del terremoto, tsunami, meteorito, chatarra espacial y todo fenómeno desatado por el inédito hecho de tu despertar, no ocurre mucha actividad relevante, tu cerebro se ha secado y no aparecen ideas para hacer. El panorama diurno es poco apetecible a tus ojos noctámbulos, y el combustible baja y baja, hasta que entras peligrosamente en tu habitual y a estas alturas patentado, estado de hibernación. Porque cuando llevas años del universo del caos, en paro, te comienzas a convertir poco a poco en la versión zombi de tu antiguo yo. Y es que no solo estas física e intelectualmente en paro, tu cerebro se enojó porque piensa que no le das lo que necesita, así que el también decidió irse a paro. Mira tú...
Ahora vives para hacerle propaganda a the walking dead, o en su defecto,  a cualquier porquería zombi que se haya hecho con posterioridad intentando repetir el hit. Tus vecinos te temen a ti y a tus parlantes, tu mascota está en los huesos porque estás demasiado débil para ir a comprarle comida, tu ropa de andar en la casa y tu pijama son la misma cosa; tus padres reniegan avergonzados de ti y tus amigos te dan por muerto una vez que empiezas a desaparecer de las redes sociales, o bien, tratan de huir desesperados por tu presencia omnipotente en las mismas. Sep, así es. Blanco o negro, tu estado actual no da cabida a los términos medios: eres pro movilización estudiantil o anti todo progreso social, eres feliz o andas suicida, eres apático o tienes síndrome de Mahatma Gandhi; eres sano o eres autodestructivo, eres amigable o andas simplemente intratable -como alguien que conozco-. Hablas sin parar o tienes mutismo crónico, dices cosas inteligentes o puras estupideces. Andas suertudo o lisa y llanamente no te resulta nada!. Y bueno...en uno de esos rarísimos, preciosos y a estas alturas del partido, paranormales momentos de luz, te das cuenta de ciertas cosas. Por ejemplo puedes llegar a: dudar seriamente de tu vocación profesional, a cuestionar tus lazos afectivos, a empezar a creer fundadamente que la vida es mas juego que otra cosa; a darte cuenta que con todo sufrimiento, agotamiento, paro mental y cesantía por no, digamos...avisparte lo suficente, estás extactamente donde debes estar. Ves que como tal no existes más que donde te encuentras y que es eso lo único que tienes, zombi o no, vales suficientemente la pena como para considerarte a ti mismo, y puedes prepararte ansioso para repetir un nuevo día con ansias de noche, y una nueva noche con ansias de un mejor día....hasta que el silencio mental se acabe, hasta que el paro termine, o hasta que decidas por ti sin excusarte en otros.  En uno de esos momentos brillantes, que no abundan, pero que cuando hacen acto de presencia te pasan de vago a monje en retiro espiritual, ves que el mundo, la vida y los días se resumen en una palabra. Y que tu también eres eso y quieres que te dejen ser. ¿Qué cosa?, te preguntarán por ahí...bueno pues, Puro y complejo CAOS.
CARLA

martes, 11 de octubre de 2011

El sostén y su inspiración.

Tengo mañas con el sostén…ustedes mujeres; ¿Jamás quisieron sacarse el sostén en ese momento de picazón? O ¿En ese momento en el que aquel fierrito endemoniado se les clavaba en las costillas como un recordatorio más de la cantidad de sufrimientos que llevamos solo por el hecho de ser mujeres?
Porque las féminas llevamos un estigma, que no es nada menos que nacer con el cromosoma XX en vez del XY, una estúpida letra que nació coja. Las chicas somos las que tenemos la bendición de una visita mensual bastante problemática (que según la biblia dura 10 días y es un castigo divino por ser taaan pecadoras), las que sufrimos con nuestra primera relación sexual, las que damos a luz (en realidad se llama parir, pero las personas le pusieron “dar a luz” para intentar diferenciarse un poco mas de los animales y porque suena bonito, todo siempre debe ser bonito), las que pensamos con nuestra parte emocional y por lo tanto las que tenemos el peor estigma de todos : ser prácticamente ignorantes, esto, según los hombres.
Porque cualquier persona informada sabe que al principio de los tiempos, cuando recién comenzaba la agricultura, los humanos teníamos una sociedad matriarcal, una sociedad que veneraba a la Diosa Madre, la procreadora. ¿En que momento cambio esto? ¿En que momento los hombres tomaron el poder?  ¿Qué fue lo que los motivo y cuales fueron  esos “momentos idóneos” que hicieron su reinado posible?
Todavía me pregunto cuantas mujeres  como Leonardo (de Vinci, gente, Vinci es la ciudad no el apellido), como Aristóteles, como Darwin o Picasso existieron en la historia y simplemente no fueron reconocidas por  el echo de ser mujeres, el sexo débil… el cual es, en mi opinión, el sexo mas fuerte (¡vamos! Todo el mundo sabe que la mujer tiene un umbral del dolor más alto).
En los tiempos antiguos, la mujer era silenciada bajo la sombra del marido, tratada como simple decorativo o símbolo de poder. En la edad media, era casi tratada como esclava y para rematar la historia, fue enjuiciada, perseguida y torturada por ser bruja (nótese que las medidas de enjuiciamiento para saber  si la acusada era en verdad bruja eran un verdadero chiste. Quiero que te preguntes ¿Cuántas mujeres que eran maravillosas científicas, extraordinarias mentes avanzadas a su época,  fueron enjuiciadas por brujas?), en los tiempos modernos y contemporáneos consiguió un poco mas de independencia pero no por que los hombres (y las mismas mujeres, es increíble la estrechez de mente que poseían algunas ¡y todavía poseen!) quisieran, sino mas bien por una medida desesperada de aguantar los cambios radicales que traían las guerras.
En fin, sigo creyendo que los hombres temen injustificadamente a su especie homologa…sino fuera así, ¿Por qué encarcelarnos? Aun hoy, miles de años de evolución (una evolución aparente) no han sido capaces de enseñarnos que somos iguales, que ninguno es superior a otro, que una hoja de arrayan es la misma hoja del canelo pero con  forma diferente…pero bueno, supongo que si la Sociedad Matriarcal hubiera sobrevivido hasta nuestros días, serian los hombres quienes reclamarían un montón de cosas y la historia seria otra.
Y todo esto comenzó por mi desdicha con el sostén…

Rocio.

miércoles, 5 de octubre de 2011

(Nietzscheana-no Nietzscheana)

         Sí señores. Es posible ser Nitzscheano y no Nitzscheano a la vez. ¿Cuántas veces quienes hemos leído al filósofo -antifilósofo- nos hemos visto en la dicotomía de si caer en la sobreinterpretación para justificar sus reflexiones o si simplemente oponernos a ellas? Pues creo que la respuesta es simple y a la vez compleja. Pensemos que somos paradoja, paradoja en sí. Entonces Friedrich Nietzsche y su obra -porque, admitámoslo, su "Una cosa soy yo y otra mis obras" (Ecce Homo), es retórica-, tambien lo es y como tal debería entendérsele, se nos invita -en cada introducción que se hace a su obra- a comprenderlo desde su biografía, a inmiscuirnos un poco en su propio caos mental- aún sabiendo que probablemente jamás lleguemos a descifrarle. En todo caso ¿no es eso parte de lo que llama nuestra atención?-. Nadie lo podría explicar mejor que él mismo: "A los hombres póstumos -por ejemplo, yo- se les entiende peor que a los hijos de su tiempo, pero se les oye mejor. Dicho con más precisión: no se nos comprende nunca, y de ahí nuestra autoridad..." (Ocaso de los ídolos).
    Pero no pretendemos construir aquí un ensayo ni nada parecido, tan sólo compartir algunas frases interesantes y que nos han inspirado de una u otra manera. Esta vez serán obtenidas de el Ocaso de los ídolos, más adelante esperamos compartir otras. 
    "Hasta el más animoso de nosotros pocas veces tiene ánimos para enfrentarse con lo que realmente sabe..."
   "Que dicho de una vez por todas: hay muchas cosas que no quiero saber. La sabiduría marca límites incluso al conocimiento"
   "¿Es el hombre tan sólo un error de Dios? ¿O es Dios tan sólo un error del hombre?"
   "Ayúdate a ti mismo, y entonces te ayudarán también los demás. Principio del amor al prójimo"
   "Ese es un artista como a mi me gusta, modesto en sus necesidades: realmente, sólo quiere dos cosas: su pan y su arte"
   " Desconfío de todos los sistemáticos y me aparto de su camino. El ansia de sistema constituye una falta de honradez"
  "Fórmula de mi felicidad: un sí, un no, una línea recta, una meta..."

 Carla.

domingo, 2 de octubre de 2011

Familias....caos funcional.

Me di cuenta de que en realidad nadie tiene una familia normal.
Yo tengo una mamá demasiado buena y preocupada que vive cantando y robándole las flores a las casas de los vecinos, un padre que se sienta y se duerme, un hermano que es fanático de las cuatro ruedas y que se sabe absolutamente todas las marcas de los autos que existen, y un perro que adora el pan y las mandarinas.
Mis abuelos tampoco son normales.
Mi abuela domina completamente a mi pobre abuelo y sospecho que es como la mafiosa matriarcal de la familia.
Se me viene  a la mente todas esas propagandas de la tele sobre familias perfectas, equilibradas, prácticamente rubias, radiantes y con sonrisa pepsodent que intentan promover un ideal de amor y convivencia (no olvidar el golden retriever que siempre sale ladrando, nótese, también rubio), pero ustedes y yo sabemos que la familia jamás será así.
En mi familia se vive peleando por todo (desde el control remoto hasta el tipo de cereales, pasando por el almuerzo para mañana). Mis papas están dos minutos juntos y comienzan a discutir, mientras que yo veo a mi hermano y me dan ganas de darle una mawashi (por eso de ser la hermana chica y todavía albergar venganza por todas las patadas y mordiscos que siempre me dejaban llorando)…creo que gracias a eso somos una familia bastante unida. Se que suena raro, pero vivimos siendo honestos entre nosotros, por lo que cuando es momento de decidir el regalo para el día del papá, mi hermano y yo sabemos exactamente que comprarle. Es verdad que también gracias a esa honestidad se forman muchas heridas, pero como nos queremos, nunca dejamos que el otro se estrese…somos una familia disfuncional pero que funciona.
 Y eso es porque cada uno desarrolla un “papel” sin darse cuenta:
Mi mama es la curandera, la que vive sacando los ramitos de ruda y echando agüita bendita (que es agua de la llave nomas) por toda la casa, porque según ella aleja las malas vibras. Es también la encargada de hacernos cerrar los ojos y respirar profundo cuando andamos enojados y neuróticos, la que siempre sabe que tipo de vitaminas tiene cada fruta y para que sirve cada planta.
Mi papa es el…bueno en realidad no se como clasificarlo. Es el que esta sentado en el sillón, el que con su presencia llena un poco mas el hogar (porque como es camionero casi nunca esta), el que cuando le pica el bicho de la aventura nos saca de la casa en familia, quien siempre anda riendo y parece un hermano mas, en fin, quien le da un poco mas de vida a la familia.
Mi hermano  es el serio. Siempre mira desde su perspectiva  los negocios en general, es como el economista personal de mis padres, el que paga las cuentas, el que me iba a buscar al colegio, fue mí apoderado suplente en media, mi imagen a seguir cuando chica, el que siempre debate todo lo que digo y en general, un especie de “padrino”. Lo mejor de todo es que no es fome, siempre se manda frases que nos hacen reír.
Mi perro es el guardián de la casa. El que hace “gracias” y boche, el que nos enternece cuando intenta subir el sillón (esta tan gordo que no puede saltar), el  “guau guau” denominado por mi mamá, una especie de hijo y nieto.
Y yo, pues supongo que soy la irracional. La soñadora, la que nunca cacha nada, a la que tienen que llamar al celular para que se vaya a acostar, la dueña de casa y anfitriona cuando no esta mi mamá, la que vive en pijama, la que apoya al otro cuando nadie mas lo hace (como cuando quieren ir al Portal o comprarse algo o ir a visitar a alguien)  y pues la mas chica de todos.
Supongo que cualquier familia puede ser funcional, sin ser perfecta…mi familia es prueba de ello.

Rocio.

(Me da lo mismo)

He escuchado por ahí que la expresión “Me da lo mismo” se interpreta generalmente de tres formas: 1) cuando lo dice una mujer significa justo lo opuesto, no le da lo mismo, de hecho le importa mucho. 2) Cuando lo dice un adolescente es porque no quiere hablar, pasa por su fase emo o es indiferente. 3) cuando lo dice un hombre es porque quiere decir exactamente eso: “le da lo mismo”.
Pero siempre he reclamado contra el punto 2, porque, es cierto, muchas mujeres utilizan el “me da lo mismo” en sentido opuesto, como maniobra básica de su sistema “haces lo que yo quiero pero sin darte cuenta”. Sin embargo, no puedo conformarme con explicación semejante y en éste espacio de ocio buscaré cosas que me dan efectivamente, lo mismo.
Me da lo mismo: si intercambian, despiden o clonan a los animadores de televisión, total igual son fomes los programas. Si mi ropa es made in china, corea, Japón, USA, Sri Lanka, etc. Al final igual lo más probable es que tenga un porcentaje X de algodón y poliéster. Si un mes tiene 30 o 31 días, de todas formas nunca sé en qué fecha estamos; me da lo mismo si los Jonas Brothers existen o deciden separarse, van a seguir siendo mamones –para que mencionar a su amiguito Justin Bieber-; me da lo mismo si Facebook cambia, quita o agrega cosas, al final igual es feo; a propósito de Facebook, me da lo mismo si fulano salió con su mamá o paseó al perro, después de todo no puede tener mucha vida si se dedica a postearla. Me da lo mismo si mis cuadernos son marca Torre, Proarte, o bueno…cualquier marca, si al final igual empezaré escribiendo bonito y después tendré todo desordenado. Me da lo mismo no saber cómo nombrar algunos colores, si después de todo seguiré diciendo “color ladrillo” o “color verde manzana”. Me da lo mismo que la RAE elimine tildes o palabras del vocabulario, de todas formas no le haré caso. Me da lo mismo si Piñera dice “marepoto” o “terrepoto”, total ya nos dimos cuenta que el compadre tiene un problema. Me da lo mismo si una canción en otro idioma –no español- tiene una letra tonta, si después igual se la cambio. Me da lo mismo cuando una serie o película es producida por Steven Spielberg, eso no le quita lo mala. Me da lo mismo cuando gente que apenas conozco jura que soy de cierta manera, de todas formas cada quien ve lo que quiere ver. Me da lo mismo si mi pasta de dientes la “recomiendan” los dentistas –colombianos, venezolanos o ecuatorianos parece que son los de las propagandas-, si al final, los dentistas de los hospitales públicos no te recomiendan ninguna cuestión. Me da lo mismo que la gente de más al norte piense que los del sur hablar raro, si de todas formas a ellos les dirían lo mismo si van todavía más al norte.
…En fin, la lista es al parecer infinita y sólo puedo terminar diciendo que no importa si la leyeron completa, de todas maneras, igual me da lo mismo.
Carla.

sábado, 1 de octubre de 2011

Música caótica: Dana Fuchs/ Beth Hart

 Aquí les dejamos un vídeo de una excelente cantante que escuchamos por primera vez en la película "Across the universe", que pena que no sea más conocida. Si sienten nostalgia por Janis Joplin, gustan de los buenos covers de clásicos, o simplemente aprecian una gran voz y el más puro girl power, Dana Fuchs los encantará.
 Y para que vean que el girl power no es poco, también les dejamos un video de otra excelente cantante: Beth Hart.
 UniversodelCaos

Líos amorosos.

Hoy salí a pasear porque estaba aburrida y hubo varias cosas que me llamaron la atención.
De lo primero que me doy cuenta, es que estamos en la época de los “rompimientos amorosos”. Si, porque a eso de mediados del año, pareciera que todos están pololeando, andando o pinchando, pero mas o menos en estos meses, todo aquellos que parecían tan felices, ahora lloran de “corazón roto”. Como ejemplo puedo citar tres o cuatro parejas que estaban firmemente asentadas en junio, y ahora, mientras reviso facebook, me doy cuenta de que no hay ni una que siga en pie de guerra (y es bien chistoso en realidad, porque siempre termino enterándome de estos rompimientos  cuando le pregunto a fulano por su polola). Pareciera que se acabaron las feromonas en el aire, y que el chocolate o la cerveza se volvieron mejores amigos de todo el mundo (para pasar las penas más rápido pues).
 Mientras me comía un helado sentada en una de las mesas del Mall, me fije en algo bien interesante…cuando un hombre y una mujer son amigos, se sientan frente a frente (para propiciar la conversación), mientras que cuando la pareja “tira para algo mas” se sientan codo con codo (la razón se las dejo a su imaginación). No digo que sea una regla que se cumpla siempre, pero es bien conocido que el ser humano sigue un patrón normal de comportamiento del cual no se da ni cuenta. Pero nótese que hay que ser bien consciente de la “etapa de conquista” en la que se esta para que la teoría anterior tenga validez. Cuando la pareja esta “flirteando” es probable que se sienten cara a cara, pero siempre con los cuerpos bien inclinados hacia adelante (mientras que en una pareja de amigos ambos miembros están prácticamente desparramados sobre la mesa, ni ahí con su mejor pose) y luego cuando la relación paso a ser algo mas “touch” se sientan lado a lado (o los dos en una silla, nunca se sabe). Cuando la pareja ya lleva tiempo, también se nota. Las caras de ambos se ven cómodas, no ansiosas, y siempre caminan bien apegados, como si estuvieron unidos con goma…y luego, cuando la relación esta media desgastada, es inevitable fijarse en la cara de aburrimiento, especialmente la del hombre. Es sabido que al hombre le da igual que le vean la cara de burro flojo, porque esta siendo honesto nomas…en cambio la mujer puede parecer radiante, pero puede que este chirriando los dientes por dentro…simplemente se nos da mejor fingir.
Es bien divertido fijarse en este tipo de cosas, porque es como espiar por la ventanilla de la micro a los peatones de la acera. No saben que los estas mirando, que los puedes atrapar en pleno movimiento grotesco (esa sacudida del calzón, esa exploración directo a la nariz, o esa mirada traviesa entre dos personas).  En cierta forma es ser participe en algún acto de sus vidas, pues como personaje extra de la escena eres capaz de contar lo que sucedió en ese momento  aunque seas incapaz de saber los nombres de los protagonistas.
En fin, se acerca el verano y por ahora hay muchos corazones rotos en vías de reciclaje. Estoy segura que para aquellos que lloran el viejo amor llegara uno fugaz, interesante y apasionante este verano, el cual los repondrá, para así seguir con el ciclo infinito de comienzos y rompimientos amorosos que existen en este estresante mundo.

Rocio.

viernes, 30 de septiembre de 2011

(Todo calza)

¿Se han fijado que todo, todo, todo está relacionado?, supongo que siempre lo ha estado –ya saben, 6 grados de separación, el amigo de un amigo y todo eso- pero últimamente es todavía peor, primero todos hablando del número 33 -33 mineros, edad de Jesús, etc.-, ¡con cualquier operación matemática se llegaba al número 33, era una cuestión impresionante!, por ejemplo en este mismo momento: es 30 del 09 del 2011 (3+0+0+9+2+0+1+1=16, no usé calculadora ah), luego son las 12:14 (16+1+2+1+4=24)- luego este documento de Word en el que escribo tiene 2 páginas (24+2= 26), después me fijo que hasta ahora –hasta el “ahora”- llevo escritas 494 palabras en el documento (26+4+9+4=43), luego me fijo que estoy usando letra Verdana tamaño 10 (43-10=33). ¡TODO CALZA! En fin, cuando hubo pasado la fiebre de los 33, regresamos a la otra fiebre, la omnipresente y todopoderosa “fiebre apocalíptica”, y andamos “2012” de acá para allá. Que los Mayas esto, que los Mayas lo otro -¡con todo respeto por los Mayas ah!, no me vaya a pasar algo después-, que andan Ovnis acá, que cae chatarra espacial por allá -culpen a la NASA-, que alineación planetaria por otro lado y luego hay terremoto -hay quién cambiaría la "m" por una "p", pero cada loco con su tema-. En fin, todo parece estar conectado por alguna causa superior y detrás vamos nosotros haciendo nuestra parte y logrando que si los asuntos no conectan o no calzan, bueno pues...calcen. 
Por ejemplo -y ahora procedo a darme el trabajo de hacer coincidir algunas cosas sólo por la calidad de la información-: ¿Sabían que un círculo con un punto al centro significa "sol" y que simboliza a la autoridad masculina y la paternidad?, por otro lado un triple círculo representa a la diosa triple -madre, doncella y bruja-, y un único círculo representa el balance entre lo femenino y lo masculino, la perfección, bueno pues queda así: hombre- mujer-balance entre hombre y mujer...todo calza. 
Mmm que más...vamos con el número 3. Sí, el número tres -solito el 3-, también calza fíjense. Casi todas las religiones tienen una trinidad: los egipcios tenian a Isis, Osiris y Horus; los romanos y griegos tenían a Zeus (Júpiter), Poseidón (Neptuno) y Hades (Plutón). Un relámpago con tres puntas simbolizaba a júpiter, un tridente a Neptuno y un perro de tres cabezas a Plutón. Por otro lado los Hindués no se quedan atrás y tienen a Brahma, Vishnú y Shivá. Y para que decir de los cristianos que tienen al Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Hasta Pitágoras le dedicó su espacio al 3 y consideraba que era la perfecta armonía.
Y no está de más decir que son la 1:23, estamos a 30 y tengo 3 notificaciones en Facebook. T-O-D-O C-A-L-Z-A. ¡He dicho!. 
 Carla 
*Encuentran más info en "Signos y Símbolos: guía ilustrada de su origen y significado" de COSAR editores. 

Recuerdos de Liceo...mi Era Dorada.

    Hoy me levanté temprano, y por primera vez en el año pude desayunar.
De pronto tuve un montón de tiempo para hacer cosas, y como no, recordé aquellos tiempos en los que levantarme a las 8, ya se suponía era tarde. Lamentablemente en mis tiempos de enseñanza media me tenia que levantar mínimo una hora antes, pues llegar a mi Liceo me tomaba 45 minutos y eso si es que el querido micrero quería llevar a una pendeja que con suerte pagaba  100 pesos (si señores, los que tienen más o menos dos décadas deben recordar que hubo un tiempo utópico en el que tan solo debíamos pagar 100 ¡Y es mas, hubo un tiempo en el que no pagábamos!). Cuando al señor conductor le daba pena y me dejaba subir, siempre me encontraba la micro infestada de estudiantes con mi uniforme, éramos todos unos clones azul marino, con la espantosa parca abultada y que no le quedaba bien a nadie. A mi me daba mucha vergüenza usarla, pero mi mamá (y aquí vamos de nuevo, yo la quiero, en serio, pero todos nos sabemos las mañas maternales de memoria) era estricta con el uniforme. Hasta el día de hoy aun creo que se tragaba en verdad aquellas mentiras que solían decir los inspectores en cuanto a la imagen personal de cada alumno…en fin, yo siempre llegaba tarde a clases, pero por esas cosas del destino, tan solo me pillaron una o cuatro veces. Y ahí íbamos con el papelito al inspector general, quien siempre hacia algún chiste pesado con el cual solamente el se reía. En general todos los inspectores eran buena onda, el peruano, pelao, unicornio, etc. Se reían de las burradas de los estudiantes y aunque parecían trolls enojones siempre terminaban perdonando las faltas (la mayoría de los profesores también eran así, y ni hablar del profe caliente que tenia complejo de Challam). Y por supuesto, los grupos o “clanes” que se generan en cada curso, los cuales al principio ni siquiera me daba cuenta de que existían hasta que me decían y me explicaban todo el drama (jamás me di cuenta de esas cosas, incluso me sorprendí cuando me dijeron que con mis amigas también formábamos un grupo dentro del curso, el “grupo neutral”), pero que siempre se unían para hacer alguna insensatez como robarle la prueba a un profesor o “desaparecer” de las clases (todavía recuerdo cuando los 45 nos escondimos de la profe de Ingles, o la “King” como les decían algunos).
Finalmente fueron cuatro años bastante sacados de la realidad, al menos para mí. Vivía juntándome  con mis amigas, riéndome de cosas tontas, yendo a comprar helado, escapándome de clases (siempre con la Pame, pues ella estaba en grupo de folklor y siempre podía alegar estar ensayando por si me atrapaban), siguiendo a “niños bonitos” que veía en el recreo, planeando la dominación mundial o quejándome por que tenia que ir a clases tan temprano. Hasta el día de hoy, sigo manteniendo las mismas viejas amigas de media, y no he podido encontrar alguien en la Universidad con el cual tenga la misma “chispa”…incluso me parece que jamás podre olvidarlas, pues con ellas comencé, con ellas crecí, y con ellas reí y llore…
Para mí, los amigos de toda la vida se hicieron en Enseñanza Media y no en la Universidad, como se promete en todas las películas “púber” de Hollywood.


Rocio.



(¿La esperanza es lo primero que debe perderse?)

No faltan los días en los que nos sentimos angustiados, estresados, amargados, melancólicos, enrabiados y asustados frente a la perspectiva del futuro. Sabemos que no nos hace bien andar pensando qué es lo que va a ocurrir mañana o vivir postergando las cosas porque no queremos hacerlas hoy.  Somos conscientes de que gran parte de nuestros errores presentes se los podemos atribuir a la planificación futura y que si somos o nos sentimos infelices alguna vez, también buena parte de la culpa se la lleva esa misma planificación; la constante creación de expectativas, la idealización del mañana; la creencia en esa frase cliché, interiorizada tan tempranamente que es como si hubiera ocurrido cuando eramos no natos, que dice: "La esperanza es lo último que se pierde". ¡FALSO!, debiésemos luchar contra aquella convención absurda, que sólo contribuye a aumentar nuestra intolerancia a la frustración -a largo plazo-. Sí, es cierto, muchas veces la idea de que existe algo mejor de lo que tenemos, la convicción no racional de que todo va a estar bien, de que algo espera allí, de que hay un fin último; ofrece consuelo cuando los días se vuelven pesados, cuando algo no nos sale bien, cuando sentimos que se comete una injusticia o cuando algo que creíamos haber hecho bien es juzgado de la otra manera. Y no es que crea que aquellas ideas positivas sean imposibles, tan sólo creo que tendemos a llevarlas al extremo. Porque cuando se cumple lo impostergable, es decir, cuando el futuro se convierte en presente y el presente en pasado y nos toca el infortunio de ver como nuestras expectativas deben seguir depositadas en un nuevo futuro, nos hacemos el doble de daño, nos martirizamos y caminamos por el mundo liberando tensiones contra lo primero que se cruce en frente: desde el celular, pasando por el control de la tele, por la familia, los amigos, el perro, la señora del quiosco, etc. ¡Y pobre del que se nos cruce en la calle en horario peak o del micrero que no nos acepte el pase escolar!, ahí...asesinamos -con la mirada por último-.
Es tanta nuestra obsesión, que de hecho podríamos culpar a este asunto de nuestra enfermedad crónica: "la falta de tiempo", porque casi todo lo que hacemos en tiempo presente lo hacemos a medias, pues parte de ese bien no renovable la invertimos fantaseando sobre el futuro y obviamente en el futuro volvemos a repetir la fórmula. Poniendólo así, ¡que necios somos!. 
¿Pero que soluciones podemos ofrecer?, parece que aquí nos dedicamos únicamente a exponer problemas...y bueno ahí tienes la solución: es preferible descargar frustraciones así antes que frente a cualquier pobre inocente, porque maldita sea que molesta cuando lo hacen contigo, ¡maldito el profe que llega a clases con las mañas y te quita la prueba porque miraste una mosca! -mosca se llama ahora-. Hablando en serio, siempre es mejor tomar aire y seguir caminando, si quieres puedes romper algo sin valor o pegarle a tu mejor amig@, pero ojalá, nunca, nunca, pensando en lo que vas a hacer después.
Carla.

Tatuajes...¿ser o no ser?

Toda mi existencia (esta bien, solo los últimos tres años) he tenido ganas de hacerme un tatuaje. 
Cuando camino por la calle y veo a gente con tatuajes en los brazos, piernas o muñecas, me atacan unas ganas insanas de tener uno ¡Ahora, ya, en este momento! y realmente importa poco si duele o no... después de todo, no debe doler mas que la depilación. Sin embargo, ahí esta la gran duda que nos aqueja a todos aquellos que tenemos el bicho de la autoflagelacion (porque seamos honestos, un tatuaje es una herida en la piel decorado con tintes) instaurada en nuestras mentes precoces: ¿Que rayos me voy a tatuar?.
Yo tengo un amigo que tiene una tienda de Tatoos y gracias a el me he informado bastante del tema. Me dijo que los tatuajes debían sanar, por lo que era preferible hacerlos antes del verano para que no se infectaran, no exponerlos al sol, y curarlos cada noche con una crema especial... también me dijo que a veces sangraban , y si lo hacían mucho, debíamos ir a ver un doctor pues cabía la posibilidad de que entrara una bacteria.
Fue entonces cuando recordé la noticia de un chico de 20 años que para su cumpleaños se tatuó y adquirió SIDA... murió meses después.
Y todo eso no importo a la hora de decidirme... definitivamente estoy loca.
Pero los tatuajes son tan antiguos como los idiomas y algo así me parece la cereza especial que podría tener mi vida...siendo honestos, todos queremos ser especiales en algún sentido,(por algo los antiguos celtas  se tatuaban sus logros, ¿Que era, sino, una muestra de su grandiosidad e individualismo?), y aunque no abrace del todo esa idea, la acepto como parte de todo ser humano.
Es por eso que busco un tatuaje único y que tenga un graaan significado para mi.
Y eso es como aventurarse a buscar un hueso en las arenas de Egipto.
Siendo como soy (una loca por las cosas antiguas y curiosas) comencé investigando símbolos de antiguas civilizaciones y frases en  idiomas perdidos, sin embargo, fui incapaz de decidirme por uno, pues aunque son dibujos muy elaborados y bonitos visualmente, realmente no tenían un significado especial...y fue en este momento en que me di cuenta que todo este rollo, al final, se convierte en una búsqueda filosófica.
¿Que es lo que me identifica? ¿Porque la mayoría de las mujeres se tatúan una flor o un hada? ¿Tiene que ser en la pierna, brazo u hombro? ¿Que cosas marcan mi vida? ¿Que es lo que quiero ver en mi piel treinta años en el futuro? Porque un tatuaje no es solo una cosa que tengas por una temporada, es una marca que tendrás toda tu vida, una que vera tu pareja, o tus hijos, o tus amigos, y te preguntaran que significado tiene y porque quisiste plasmarla en tu piel. ¿Y la persona que tenga un hada que dirá? "Ah no es nada, solo quería un tatuaje y este me pareció bonito"...realmente no es una respuesta muy inteligente.
Lo malo de ser proteccionista es que quiero que hasta el color tenga un significado, pero simplemente nada me deja satisfecha. Es como cuando quieres un helado de chocolate suizo, pero no te gusta que las almendras sean tan pequeñas...en realidad es un dolor de cabeza bastante idiota y gracias a eso terminas por no decidirte nunca.
Gracias a Ghandi soy bien cabezota, y no descansare hasta tener un tatoo que sea lo bastante significativo, bonito y por supuesto...al alcance del bolsillo.

Rocio.

jueves, 29 de septiembre de 2011

(Amor/odio: a la sombra de los yanquis)


Hay que decirlo: tenemos un problema con los yanquis. No. No es xenofobia. Es una especie de envidia mezclada con desdén. Es resentimiento camuflado con argumentos intelectualoides -que conste que exceptúo aqui todo argumento de carácter histórico-. El punto es que por muy camuflaje que sean nuestros otros argumentos, los cotidianos, muchas veces son acertados.
Nos sentimos invadidos, perturbados por la rápida extensión de sus ideas, de sus productos, de tener  que consumir lo que el yanqui promedio consume, porque si él lo compra es bueno y más encima acá venden la imitación de…y a ti tiene que gustarte -somos esclavos del Made in China, igual que ellos no más-.Nos apestan sus películas, pero por sobre todo nos apesta el hecho de que las vemos -mención honrosa a los doblajes en ezzzpañol que no nos alivianan la carga precisamente-. Nos enferma que tengan que hacer una película de cuanta tragedia ocurra en el mundo, pero más nos carga que a nosotros no se nos ocurra primero. Nos molestan sus series típicas, con el argumento típico, los actores típicos y el guión predeterminado; pero más nos molesta el hecho de que nos volvemos adictos a ellas. Nos carga su prepotencia -desde la gubernamental hasta la del ciudadano raso-, pero más nos carga el hecho de que esa prepotencia nos hace sentir mal. Nos fastidia que los músicos tengan que venderse y cambiar su esencia para sonar en MTV, pero mas nos fastidia que MTV sea tan popular. Alegamos porque estamos obligados a aprender inglés en el colegio, pero igual no más andabamos "Oops! i did it again" por la vida cuando eramos chicas; nos quejamos contra las redes sociales y en general de sus "grandes peces" dentro de los sitios web, pero mas nos quejamos porque los usamos. Nos harta que tengan centrales de inteligencia y organismos ultra secretos y que mas encima lo pongan en las series y películas de las que nos quejabamos anteriormente, pero más nos harta saber que la mayoría de nosotros alguna vez -cuando eramos niños- soñó con ser agente secreto o trabajar en alguno de esos organismos. Nos indigna que quieran ser dueños de todas las cosas, pero más nos carga que nuestros países se las vendan. Nos da rabia que se autodenominen "América", aún cuando llegaron tarde a la repartición de nombres. 
...Y en fin, la lista puede seguir. ¿Sigo?, nah mejor no, otro día. Lo único que puedo concluir es que es evidente que tenemos una relación de amor/odio con aquel país, sin duda parte prejuicios y parte realidad. El problema es que, al final de todo y aunque no nos guste, terminamos convertidos en la niña tonta de la película de terror que va al sótano en pijama, sin celular y sin linterna en busca del asesino. 
     Carla.

Berrinches de una pseudo adulta con complejo de adolescente.

  
      Tengo un montón de cosas que escribir y no  tiene mucha relación entre si, así que creo que lo separare por puntos.

  • Punto 1: No me he bañado como en tres días y no tengo intención de hacerlo hoy.
  • Punto 2: He tenido un humor pésimo la ultima semana y no tengo idea porque.
  • Punto 3: Creo que mi pésimo humor se incrementa gracias a las preguntas tontas como: "¿Te desperté? ¿ Entonces fuiste a la marcha por la educación de hoy?"...en serio, ¿Creen que puedo proyectarme astral mente para estar en dos lugares al mismo tiempo? Las preguntas estúpidas definitiva mente me ponen de un humor de perros y si respondo con ladridos no deberían enojarse.
  • Punto 4: Odio (realmente odio) que 99 de cada 100 llamadas que recibo a mi celular sean de mi santa madre para reproducir por teléfono la lista de tareas que debo hacer el día de hoy, y verdaderamente detesto que las instrucciones que me da sean tan precisas (prácticamente sin margen de error, Buda me perdone si uso lava lozas con olor a limón en vez del normal).
  • Punto 5: Quiero salir pero el día esta nublado y me da flojera.
  • Punto 6: ¿Se han dado cuenta que la mayoría de la gente tiene como sueño utópico vivir en el campo? Todos dicen; "Quiero un campito para vivir tranquilamente", como si en el campo no se trabajara igual de duro. Bueno, eso es un efecto secundario de los neuróticos, la enfermedad mas normal de nuestros días y algo de lo que les hablare mas adelante.
  • Punto.....el que sigue al otro: Estaba viendo un documental y pasados los 15 minutos ya estaba lagrimeando (me pregunto si las bombas lacrimogenas de los carabineros llegaron hasta mi casa).
  • Punto blah: El documental se trataba de un programa busca talentos de Afganistán, y es ahí donde me di cuenta que estos tipos de programas sirven para algo mas que captar audiencia y bolsillos. Para este tipo de países tan destruidos y pobres, sirve de distracción a la realidad (una realidad cruda y triste) y es una fuente de sueños para las generaciones mas recientes...pero siguen sin gustarme. (Muerte a "Yo soy.." y a "Mi nombre es" de los programas nacionales).
  • Punto XX: Mi hermano cambio el documental al Rugby. No es ese "Fútbol americano" (son todos gays según mi hermano porque usan protecciones como rodilleras) Estadounidense, sino que su hermano mayor ingles. Los tipos son unas verdaderas bestias y en cuanto Escocia y Argentina se peleaban por el balón (notese que dije balón en vez de pelota) todo el campo se volvía una batalla campal (ya veía que sacaban la cuchilla o la escopeta) y era un enredo de piernas, brazos y cabezas.
  • Punto XY: No se quien es mas inteligente, los tipos que con su "sex appeal" macho no usan protecciones, o los que si usan para conservar el 10 por ciento de sus neuronas...y otras partes mas nobles, por que no decirlo. 
  • Punto al Diablo: Soy mujer liberal moderna (ja, ojala) y aunque le digo no al sostén (maldito seas tu y toda tu prole) lo sigo usando por estética, así que aunque diga que los hombres que se pelean como osos babosos son unos idiotas, me siguen gustando esos musculitos con atrofia del neocortex.
  • Punto punto punto...: Creo que me casare con un jugador de Rugby...mentira, jamas me casare, pero de todas formas quiero uno.
  • Punto Final: Estoy usando esto como diario de vida, pero como yo jamas pude terminar uno creo que me auto perdonare.
No se si este texto saldrá en tamaño de letra gigante, porque aunque lo pongo normal, esta cosa me odia (es mutuo) y el texto se ve feo.
Diantres, si eso pasa Carla por favor ¿Lo arreglarías?

Berrinche OFF......

Rocio.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

(El problema de la falta de talentos)


Llega cierto momento en nuestras cortas y caóticas existencias, en el que parece una tarea imposible quitar una determinada idea de nuestras mentes. Huimos de su tormentosa presencia recurriendo a los más variados artilugios –la mayoría de ellos herramientas de autoengaño-, para así perder mágicamente la consciencia de esa idea.  Una de ellas es  sin duda el “problema de la falta de talento”.
¿Quién no ha pasado por la instancia en la que pone en tela de juicio las capacidades que le definen? “Definen”, vendría siendo la palabra clave. Porque es archiconocido el hecho de que dichas dudas abundan en determinada etapa de nuestra vida –que aquí no nombraremos por autorespeto-. ¡Oh maldito momento en el que tu compañero de curso tocaba la guitarra, el bajo, la batería, o cualquier instrumento, lo importante es que sonase bien! , ¡Oh desgraciados concursos de fotografía, arte, baile o literatura en los que o no participabas porque no te creías lo suficientemente bueno o porque lisa y llanamente no tenías con que participar! Un sinfín de momentos como esos plaga nuestras respectivas adolescencias y parte de nuestra adultez. Es ese “estar siempre mirando al vecino” que nos fastidia y nos avergüenza, que nos hace sentir culpables y que al mismo tiempo nos motiva a intentar algo, cualquier cosa…proyectos con principio pero jamás con fin. 
Somos copiones, reconozcámoslo. Queremos hacer y tener lo mismo que el otro, pero distinto. Y el hecho de que sea distinto, no sé bien si se debe a un intento por respetar la propiedad intelectual del resto –por decirlo de alguna manera- o simplemente a una auto-justificación para no sentirnos tan éticamente perversos.  Lo cierto es que al final del día estamos igual que como estábamos al principio: en el limbo. En la eterna fermentación del rencor que produce el “ser del montón”, en la permanente promesa de revancha –ojo, revancha por justicia divina, fuerzas cósmicas o cualquier otra mano ajena; nunca la propia porque ahí sería inmoral pues-. Permanecemos en la constante búsqueda de algún talento o capacidad distintiva, la cual sabemos, que de hacer acto de presencia algún día, nos incorporará inmediatamente a algún grupo definido por ese talento o actividad.  Y que ahí diríamos “no señor, como es la cosa. No puedo pertenecer al grupo, tengo que diferenciarme de él también”. Y entonces partimos nuevamente a buscar lo imposible, a perseverar en lo absurdo, a pelear las batallas ya perdidas. A tratar de abrazar con vehemencia nuestra preciosa individualidad, sin darnos cuenta de que en el acto no hacemos otra cosa que sacrificarla.
Carla.


Arte Caótico...como comencé.


El Arte es un equilibrio perfecto, diría mi profesor de Estética...¡Cuanta razón! Sin embargo, yo creo que todo tipo de arte nace de una idea necesariamente caótica. 
Esta idea debe ser una amalgama de locuras para que los artistas recurran a medios inusuales para poder expresarlas. 

Salvador Felipe Jacinto Dalí i Domènech (mas conocido como Salvador Dali ) quien fue dibujante, escultor, cineasta y pintor es uno de mis artistas favoritos y he aquí dos de sus pinturas que tienen mas significado para mi.


          "La Persistencia de la memoria"


                       
    "Aparición de un frutero y un rostro en la playa"


No creo que sean sus mejores obras, no obstante, estas dos pinturas fueron las que me guiaron al mundo del Arte en si.
La primera vez que las vi, fue en una mini revista de promoción que venían como regalo en las cajas de detergente del supermercado. Recuerdo que el librillo tenia olor a omo, y un compendio pequeño de algunos artistas famosos y sus obras.
También recuerdo que me enamore de la luminosidad que mostraba Dali. No eran obras realistas, como las de Claudio Bravo, o abstractas como las de Kandisnky pero me pareció que al mismo tiempo contenía a las dos corrientes.

Después supe: eran obras surrealistas.

Pero en ese instante tan grabado a fuego en mi memoria (cosa rara, ya que no soy capaz de retener ni lo que almuerzo) recuerdo haberme sentido maravillada, triste, nerviosa, ansiosa y cautivada todo al mismo tiempo. Cada vez que vuelvo al pasado y me detengo en aquel momento siento un olor raro, aquel olor a niñez (no a omo, se que lo pensaron) y alegría que tanto me cuesta ahora percibir.

Y se que eso me sucedió solo a mi y a unos cuantos entre todo este mar de vida, y reafirma mi idea de estudiar exactamente lo que quiero, de construir mi vida alrededor de este pilar tan preciado que es el Arte para mi, en todas sus expresiones.


Rocio

(Nirvanadictas)

 Han pasado veinte años desde el lanzamiento inicial del álbum Nevermind de Nirvana y que mejor momento para proclamar nuestra Nirvanadicción. Es cierto, para esa fecha una de nosotras era una bebé, probablemente fastidiosa y malévola –como todos los niños- y la otra no existía pero iba en vías de convertirse en la misma cosa. No obstante, de alguna forma, sin darnos cuenta nos convertimos en vástagos de la generación X. ¡¿Qué generación perdida es esa si existimos nosotros?! Porque si de perdición, desarraigo, rebeldía y todas aquellas características atribuidas a los “X” de las que estamos hablando se trata…lo nuestro es mucho peor.  Vivimos en un limbo eterno, siempre añorando procesos pasados, diciendo “que ganas de haber estado allí”, o “yo debería haber vivido en esa época”, pero al mismo tiempo tratando desesperada y a veces patéticamente de diferenciarnos.  Regañamos contra la moda, contra los estereotipos, contra la comida, contra los yanquis, contra la música de hoy, contra los programas de TV, contra las políticas gubernamentales, contra los comerciales, contra las instituciones religiosas y sus líderes, contra los grupos que se forman en fila y mendigan afiliación; contra el consumismo y nosotros sus víctimas, contra nuestros padres y sus otros hijos –nótese” otros hijos” y no “hermanos”-; alegamos contra  el presente predeterminado, contra el futuro planificado, contra las imposiciones, contra las jerarquías, contra las aristocracias y hasta contra las “democracias”…En fin. Vivimos expresando disconformidad contra cuánta cosa se pose frente nuestro y es que estamos acostumbrados a encontrarnos piedras en el camino, a ser desconfiados, a ser escépticos; pero in the end parece ser que siempre, siempre, terminásemos decidiendo como los bebés que éramos –o íbamos a ser- cuando la generación X, Nirvana y su Nevermind hacían historia.
          

Salvador Dali.



Aquí les dejo a mi pintor favorito .
Disfruten!!













Rocio

(Hacer algo productivo)

Y mientras en un rinconcillo de nuestras mentes se produce el debate filosófico sobre las implicaciones de “monetizar” –por mi parte me quedo con la referencia a Monet-, en otros espacios está siempre presente el recordatorio ultra moralizante de que debemos usar el tiempo “libre” para algo. ¡AH!, no cualquier algo. Jamás cualquier algo. Es algo específico, casi predeterminado, bien visto, pseudo altruista, dícese de cierta actividad que cultiva el espíritu mediante la acción…en fin. Mi madre diría en resumidas cuentas, que debemos hacer: ALGO PRODUCTIVO.  ¿Pero qué demonios es algo productivo?...A) Que otorga beneficios monetarios. B) Actividad que implica realizar el trabajo que otros no quieren hacer. C) Cualquier ocupación, ya sea con o sin fines de lucro que te mantenga alejado de los siguientes vicios: navegación por internet, televisión con memorización de la programación por repetición, cine ya sea online o presencial, fiestas, eventos varios, entre otros. D) Actividad cuya única gran prohibición es que te vean acostado o durmiendo.  -Ahora veo porque jamás hago algo productivo-. El asunto es que estando en paro hace cuatro meses –y con grandes posibilidades de continuar así- es bastante difícil no caer en alguno de los mencionados vicios. Poco a poco y sin darnos cuenta, caemos en estado de hibernación; de pronto los días en los que despertábamos a tomar desayuno son tan sólo un recuerdo añejo, una memoria perdida en las profundidades de nuestro caótico universo mental; ahora solo sabemos de almuerzos al despertar, tardes que duran menos que una emisión del tiempo y noches en vela haciendo cosas como ésta. Es inevitable preguntarnos ¿no es aquello algo productivo? Sin duda no lo es bajo los parámetros parentales previamente mencionados, pero, ¿Qué hay de los nuestros? Pienso que productivo debería redefinirse, claro por supuesto que el aporte monetario de la opción A), nunca viene mal, pero seamos honestos: no tenemos ganas de eso. Queremos botarnos a la vida, ser amigos de la espontaneidad, insubordinados de las convenciones y esclavos de nadie.  ….ALGO PRODUCTIVO: A) Actividad de cualquier índole que otorga satisfacción ya sea inmediata, momentánea o de largo plazo a quien la realiza. B) Conjunto de logros obtenidos casualmente y sin predeterminación al realizar una actividad sin fin en sí misma. C) Cualquier ocupación en la que: navegación por internet, televisión con memorización de la programación por repetición, cine ya sea online o presencial, fiestas, eventos varios, entre otros. No constituyan vicios sino herramientas medianamente útiles o con fines hedonistas. D) Actividad gratificante de alguna manera pero que no implique el sacrificio de espacios de sueño a libre y antojadiza elección. - Ahora veo porque mi madre me regaña tanto-.  
                                                                                                   Carla.

martes, 27 de septiembre de 2011

Mal Funcionamiento (¿?) ¡Ignorante!

No cacho nah...

Hacer un blog se supone que es una de las cosas mas fáciles en la lista de las cosas fáciles que puede hacer un cibernauta.
Gracias a Alá, yo jamas me considere una astronauta de Internet.
Lo único que veo son ventanitas de colores que se vuelven incomprensibles y ¡Ah! justo ahora veo una, Monetizar...si alguien me pregunta que significa esa palabra a ciencia cierta lo primero que me se viene a la cabeza es Monet y su serio problema a la vista...Monetizar...¿Sera algo como monitorear?
De cualquier manera no estoy muy interesada en la tecnología, odio llevar encima un celular (me agobia la idea de saber que cualquiera me puede llamar y saber de inmediato donde me encuentro), y odio volverme adicta a los sitios sociales (facebook señores).
Todos tenemos ciertas habilidades, quizás tengo un mal funcionamiento cognitivo en cuanto a este tipo de cosas modernas o quizás se debe a mi espanto subconsciente que me impide entenderlo, pero de verdad ¡De verdad! que no me quita el sueño por las noches.
Bueno, nada es capaz de impedir que duerma mis 17 horas de sueño reponedor.
Por eso cuando mi hermano me mira con cara de espanto cuando le pregunto como meterme a algún sitio me deja con la baba cayendo y la fastidiosa idea de que soy una ignorante.

¡Oh, por favor! ¿Acaso el sabe el proceso de elaboración de los tintes que se usaban para las pinturas del siglo XV?

Cada quien tiene sus conocimientos y si me cuesta aprender toda esto de la red no es por mal funcionamiento, sino que por una falta sustancial de interés.

Interés señores, el gran problema que tenemos las personas de hoy.

Así que si piensas que alguien es ignorante, piénsalo dos veces, simplemente es falta de interés en los asuntos que a ti si te importan.

Ah por ciento, busque el significado de Monetizar: Dar curso legal a moneda como billete de banco. WTF!!!!!! supongo que tendré que "clickear" como buena cibernauta que no soy.
Rocio
                                                                                                 


                                                                                                                                

(Tierra de las palabras del Universo del Caos)

Siempre he envidiado –no muy sanamente, tal cosa no existe- la capacidad de abstracción de algunas personas. No sé si la de aquellos que viven en un estado casi permanente en el cual olvidan el mundo exterior –me suena muy extremo-, más si, la de aquellas personas que pierden la conexión con el mundo mientras trabajan o aprecian algo de su total interés. Sé que tal cosa existe, no sólo en los libros y películas donde el héroe o antihéroe torturado suele contar con dicha condición, que al parecer es un requisito para hacerle inteligente y especial. Pero existe también en la vida real, en la que vale. En gente común y corriente, que podríamos creer, ya no se abstrae únicamente porque sea especial e inteligente, sino también porque necesita desesperadamente huir del mundo. Desconectarse del caos externo, para vivir su caos interno. ¿Y no es eso también una enorme capacidad de abstracción como la que he dicho envidiar?, ¿no son entonces, el resto de cualidades accesorias a la capacidad mencionada, un  conjunto de distractores para apartarnos de la realidad?, y en último lugar, ¿cuál es esa realidad?...     No soportamos nuestro propio entorno. Nos agobia el día a día, la repetición rutinaria de las mismas actividades; los pensamientos pseudo filosóficos que nos hacen sentir mejor por dos segundos, para luego devolvernos a la realidad tan cruenta: no tenemos respuestas, no poseemos soluciones. De hecho, lo que hacemos más constantemente es crear problemas. Inventar dramas, tratar de dar solución a aquello que no necesita ser solucionado, convertir a la búsqueda de solución a un problema, en un problema en sí…somos y hacemos caos, porque así lo hemos decidido. Y en uno de esos tantos intentos de abstracción, hemos llegado a la absurda conclusión de que dicha condición problemática es innata.      Tal vez no es abstracción lo que deseo, después de todo. Quizás, lo que añoro es desear algo con tal potencia que me haga olvidar lo demás por tan sólo unos instantes. Lo que envidio de esos otros, no es la abstracción en sí. Sino la capacidad de encantarse que aún conservan. ¿Habré perdido yo aquella virtud?, ¿la tuve alguna vez?, ¿la tienen ellos verdaderamente, o tan sólo es una apariencia que he percibido mal?, ¿ven ellos lo mismo en mí?… Sí. Es muy probable que si lo hagan y es una lástima, porque significaría que vivimos engañándonos los unos a los otros, pretendiendo que nos ignoramos; pero en realidad, prendados unos de otros tan fuerte e irrevocablemente, que nos necesitamos. Que somos, juntos, la solución al problema en sí. Que la abstracción no es más que el último y cansado intento por ocultar la inocente verdad: que dependemos de tal forma unos de otros, que nos aterra reconocerlo. Que somos como infantes eternos cuyos padres jamás han hecho acto de presencia, y vivimos buscando fuentes de cariño y cobijo. Que somos propensos a confiar y por eso caemos. Que somos todos y a la vez, amigos, hermanos, amantes, enemigos, víctimas y victimarios…y nos entrelazamos como en un ciclo sin fin. 

Carla.